Nuestro Señor Jesucristo instituyó una sola Iglesia, que conforme a los Credos es: Una, Santa, Católica y Apostólica. En la actualidad y debido a incomprensiones y controversias del pasado, esta Iglesia Una se halla dividida en dos grandes sectores: católico y protestante. El sector católico se subdivide a su vez en tres grandes ramas: romana, ortodoxa y anglicana, que aunque independientes entre sí, mantienen esencialmente la misma Fe y Orden.
La Iglesia Anglicana es, de hecho, una Comunión de Iglesias autónomas en casi todos los países del mundo, incluyendo los de América Latina, que reconocen como Primado de honor al Arzobispo de Canterbury, Inglaterra. En la actualidad existen más de 95 millones de anglicanos en el mundo.
El Cristianismo llegó a las Islas Británicas desde el Oriente, en una edad muy temprana, y la Comunión Anglicana fue independiente desde su fundación hasta los finales del siglo VII en que se efectuó la unión entre Inglaterra y Roma. En el siglo XVI, la Iglesia Anglicana recuperó su independencia, y desde entonces ha continuado como una rama autónoma, viva y legitima de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica.
La Fe Católica, tal como la ha recibido, aceptado y practicado la Comunión Anglicana, es aquella que se encuentra contenida en las Sagradas Escrituras, y expresada en los Credos y decisiones dogmáticas de los Concilios Ecuménicos, es decir, los Credos Apostólicos, Niceno y Atanasiano, y los Concilios celebrados antes de la división eclesiástica entre Oriente y Occidente. Esto quiere decir que la Iglesia Anglicana, ha conservado toda la integridad del Catolicismo: La Biblia, los Credos, los Sacramentos el Sacerdocio en sucesión directa y continua desde los Apóstoles. Y nuestra catolicidad ha sido valorada incluso por la Iglesia Católica Romana, y así lo afirmó, incluso en el mismo Concilio Vaticano II; en su decreto sobre ecumenismo Unitatis Redintegratio #13 Entre las que conservan, las tradiciones y las estructuras católicas, ocupa lugar especial la comunión anglicana.
La Iglesia Anglicana es litúrgica, es decir, ha conservado toda la riqueza cultual del Catolicismo: altares, velas, vestiduras sacerdotales, ceremonias, devocionarios, etc. La Liturgia se encuentra en el Libro de Oración Común, que contiene el orden para la Santa Eucaristía, el orden para los demás Sacramentos, el Oficio Diario y muchos servicios más.
De entre los sacramentos de la Iglesia, la Santa Eucaristía ocupa el lugar central por ser el más importante de ellos ya que fue instituido por nuestro Señor Jesucristo para ser el alimento de nuestra vida. El signo externo y visible de este Sacramento es el pan y el vino que al ser consagrados por el sacerdote se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo por obra del Espíritu Santo. Esto sucede de una manera celestial que no podemos entender ni definir, pero sabemos que la presencia de Cristo en las Sagradas Especies es Real, Verdadera y Objetiva. Para comulgar, el creyente debe examinar su vida, arrepentirse de sus pecados y estar en amor y caridad con todos.
En esta Iglesia la confesión es obligatoria, pero la manera de hacerla es opcional, es decir, los que lo deseen pueden confesar sus pecados a Dios en presencia de un sacerdote, o pueden confesarse comunitariamente recitando con sinceridad la oraciónde confesión que se encuentra en la Liturgia de la Eucaristía, al final el sacerdote pronuncia la absolución que tiene la misma validez sacramental que la de la confesión privada.
Existe devoción hacia la Santísima Virgen María, ya que ella fue escogida por Dios para hacerse hombre en la Persona de Jesucristo; por eso la llamamos: Madre de Dios, Llena de Gracia, Bendita entre las mujeres, y la Bienaventurada por todas las generaciones. En el calendario del Año Eclesiástico hay varios días en honor de la Virgen, y existen muchos templos dedicados a ella, así como Ordenes Religiosas y sociedades devocionales.
También se tiene devoción y reverencia por los demás santos, que han sido vasos escogidos por Dios para dar al mundo testimonio de su amor y de su gracia. La mayoría de las iglesias están dedicadas a ellos; por ejemplo, nuestra Catedral está dedicada a San Juan apóstol.
Los clérigos anglicanos pueden casarse si lo desean, ya que además de que la Biblia lo permite, esta fue la costumbre de toda la Iglesia por más de mil años. También se reconoce el valor del celibato, pero no como una imposición, sino como una vocación; por este motivo existen en la Iglesia Anglicana más de cien Órdenes y Congregaciones masculinas y femeninas, en nuestra diócesis, tenemos varias órdenes religiosas en las que destaca nuestra comunidad religiosa de benedictinos, donde los religiosos viven en comunidad bajo los votos de obediencia, pobreza y castidad.
La Iglesia Anglicana siempre ha procurado buscar el acercamiento y la unión de todos los cristianos, mantienen relaciones de dialogo con las demás iglesias católicas y con las protestantes. Con la Iglesia Católica Romana, por ejemplo, ha logrado acuerdos fundamentales sobre la doctrina de la Eucaristía, el Ministerio y la autoridad en la Iglesia.
En resumen, ¿Qué creemos los anglicanos? “No tenemos doctrina propia. Solo tenemos la Doctrina Católica, tal como se encuentra en los Credos Católicos; y a estos Credos nos aferramos sin adiciones ni disminuciones. Nos mantenemos firmes sobre esa roca” (G. F. Fisher, 99ª. Arzobispo de Canterbury)